Historia de la Cocina Peruana
La cocina peruana es considerada
una de las más variadas del mundo. Gracias a la herencia pre incaica, incaica,
española con 774 años de convivencia musulmana, y a la inmigración africana,
francesa, chino-cantonesa, japonesa e italiana principalmente hasta el siglo
XIX, reúne una gran diversidad de mezclas, junto con la criolla, en una
gastronomía de cuatro continentes en tan solo un país, ofreciendo una
importante variedad de platos típicos de arte culinario peruano en constante
evolución, imposible de enumerarlos en su totalidad. Basta mencionar que sólo
en la costa peruana, hay más de dos mil sopas diferentes y que en el país hay
más de 250 postres tradicionales.
Cualquier persona que haga
turismo en el Perú, tendrá la oportunidad de saborear la cocina peruana. Igualmente, existen muchos
restaurantes especializados en la gastronomía peruana en diversas ciudades del
mundo. En la Cuarta Cumbre Internacional
de Gastronomía Madrid Fusión 2006, realizada del 17 al 19 de enero del 2006, la
ciudad de Lima ha sido declarada capital gastronómica de América Latina.
Cocina Peruana
Hoy en día, cuando un es visitante o
incluso un peruano, se sienta a degustar alguno de los platos peruanos, quizá
no sabe que está experimentando el resultado de una fascinante evolución de
comidas y culturas. Con la llegada de los españoles se introdujo a
esta parte de América nuevas especies de animales, frutas y plantas. Esta
fusión de la cocina inca con la española dio luz a la comida criolla.
En esta nueva cocina, síntesis de
los dos continentes comenzaron a aparecer nuevos platos que han ido
evolucionando de generación en generación. Por ejemplo, la Ocopa, la salsa
típica de la ciudad de Arequipa, es una mezcla del maní precolombino y ají con
productos lácteos introducidos por los españoles.
Otro alimento importante en la
vida andina era la quinua. Considerada sagrada por los Incas, la llamaron
“grano madre”: En épocas de siembra el rompimiento del primer surco se hacía
con un implemento de oro. Actualmente la quinua está logrando el éxito merecido
ocupando un lugar privilegiado en hogares de todo el mundo debido a su alto
contenido proteico.
Pero la historia continúa, la
llegada de los esclavos africanos que cocinaban en las cocinas del Virreinato,
aportó con más de un granito de arena a la evolución de nuestra cocina, aporte
no sólo en sabor sino también en color. Es a ellos a quienes se les da crédito
por la creación del delicioso anticucho (pedazos de corazón de res marinados en
salsas picantes).
En el siglo XIX, la llama de la
revolución peruana se avivó enérgicamente por la fascinación de los criollos
con la Revolución Francesa. La gente sentía un vínculo emocional a los nuevos
ideales de 'libertad, igualdad y fraternidad' por los cuales aquel país había
derribado su monarquía. La presencia y aporte francés a
la comida peruana (como el mousse) es el resultado de la fascinación que tenían
los Libertadores a todas las cosas francesas, y pertenece a la época temprana
del siglo XIX y la independencia de España.
Después de la independencia San
Martín decretó la entrada libre a los extranjeros. En 1857 había un estimado de
20,000 europeos (no españoles) viviendo en Lima. Estos incluían franceses,
escoceses, ingleses, alemanes e italianos, así como también ciudadanos de la
mayoría de los países escandinavos y el resto de la cuenca del Mediterráneo.
A pesar de todo esto, nadie
podría haber pronosticado que el mayor impacto en la comida peruana durante los
siglos XIX y XX vendría desde el otro lado de la tierra. En 1849, la llegada de
los primeros sirvientes, inmigrantes de China, trajo un nuevo mundo de sabores
y especias.
En 1899, llegaron los primeros
inmigrantes japoneses, dejando su huella distintiva y esencial en las tendencias
de las cocinas del Perú. Es un hecho que en estos cien años de su presencia en
nuestra tierra, los japoneses han sido los responsables de la revolución
gastronómica peruana.
Como los chinos, los primeros
japoneses inicialmente vinieron para trabajar en las haciendas de la costa. Al
comienzo, sufrieron trabajo arduo pero tiempo más tarde muchas familias se
juntaron y se establecieron económicamente. En este tiempo los primeros
restaurantes japoneses presentaron su propio toque sutil a los platos tradicionales
peruanos. A principios del siglo XX, la gente (especialmente la acomodada)
tenía poco o ningún interés por el pescado, claro no era tan atractivo como
comer carne, pero al final de los 50s, un número pequeño de restaurantes
japoneses empezaron a presentar una gama de platos de pescado y mariscos
frescos.
Aunque el inca comió el cebiche
marinado en chicha y varios jugos ácidos, fue con la introducción de los
limones y cebollas por los españoles y un nuevo acercamiento al pescado por los
japoneses que tenemos hoy el internacionalmente famoso “cebiche”.
Como hemos visto, la cocina
peruana representa una simbiosis de culturas culinarias. No sólo tiene hondas
raíces pre-incas, incas y coloniales hispanas, sino también que a lo largo de
su historia ha incorporado estilos gastronómicos mulatos, europeos y
orientales.
Hoy en pleno siglo XXI,
descendientes de gente quechua, de españoles que han vivido en el Perú por casi
500 años, de los chinos por casi 150 años y de los japoneses nisei por más de
100, todos han sido partícipes en la evolución de la cocina peruana. En la
actualidad, chefs jóvenes y brillantes, una vez más, están redefiniendo la
cocina peruana ya sea con creaciones Novoandinas o progresiones sobre la comida
Nikkei, haciendo una vez más que la cocina peruana ocupe un merecido entre las
mejores del mundo.
Cultivos milenarios
Algunos cultivos milenarios son
redescubiertos por otras comunidades humanas y son cuidadosamente estudiados
por los científicos. Este es el caso del Perú.
Debido a la particularidad de sus
tierras y de su clima así como a sus cualidades intrínsecas de alto valor
nutricional, algunos de sus alimentos forman parte de la alimentación del
futuro. Tal es el caso de seudo cereales como la quinua y la kañiwa porque se
parecen sin serlo, a verdaderos tubérculos como la maca o cereales como la
kiwicha.
Para otros, estos alimentos
permiten a la población de vivir a pesar de su condición de vida. Algunos de estos comestibles
forman parte del alimento de los astronautas, como la quinua, la kiwicha y la
maca.
Se están realizando estudios para
cultivarlos en otros países como Nueva Zelanda, Sudáfrica y la India.
Granero del mundo
El Perú es considerado como el
centro genético más grande del mundo:
- Maíz (35 ecotipos)
- Tomate, 15 especies
- Papa, cuatro mil variedades
- Camote, 2.016 variedades y se produce en el Perú el 65 por ciento del total mundial.
- Frutos, 650 especies originarias del territorio nacional.
- Plátano, gran número de especies.
- Pescado, dos mil especies de pescados, marinos y de ríos (primer lugar en el mundo).
Los españoles trajeron a Europa
lo que se convertiría en la base alimentaria de muchos pueblos:
- La papa: fue introducida en España y en Inglaterra a fines del siglo XVI. En el resto de Europa sirvió como alimento para animales hasta que el farmacéutico Antonio Parmentier, cuyos destacados invitados a sus banquetes degustaron platos a base de papa, se convencieron que este tubérculo podía servir a la alimentación humana. Todavía se discute la popularización de la papa iniciada por Parmentier en el resto de Europa.
- El maíz, compartiendo el origen con toda América Central.
- El Tomate.
- Muchos otros productos alimenticios.
En sus intercambios con el
continente africano, fueron importados diversos productos como el plátano y el
camote.
La gran variedad de la
gastronomía peruana se sustenta en tres fuentes:
- La particularidad de la geografía del Perú.
- La mezcla de razas y de culturas.
- La adaptación de culturas milenarias a la cocina moderna.
La cocina de la costa
El Océano Pacífico es la fuente
principal de los recursos acuáticos del país. El Perú es uno de los dos
principales productores y exportadores de harina de pescado para la
alimentación animal en el mundo. Su riqueza en peces, su fauna y flora marinas
son enormes, encontrándose tipos de animales o plantas que sólo se dan en sus
aguas. Pero también hay que destacar sus riquezas de agua dulce que se
encuentran principalmente en el río Amazonas y sus afluentes así como en sus
lagos, tales como el Titicaca.
Cada región costera, diferente en
fauna y flora, adapta su cocina de acuerdo a los productos de sus aguas.
El Ceviche, en sus diferentes
formas (puro, mixto, con mezclas de pescados y mariscos) en un ejemplo. El
chupe de camarones es uno de los platos más refinados de la costa peruana. Se
trata de una sopa espesa es base a pescado y mariscos, papas, leche y ají.
La cocina limeña
Gran punto de inmigración, la
capital se ha adaptado a los platos de cada cultura y región. La cocina criolla
es la principal de esta ciudad cosmopolita. Las pastelerías abundan y
constituyen una de las riquezas culinarias de Lima.
La oferta de restaurantes de toda
naturaleza y especialización es enorme. Uno de ellos, de lujo, que se encuentra
frente al mar en la Costa Verde, ofrece a mediodía un servicio libre con más de
seis cientos platos diferentes en forma simultánea, lo cual es absolutamente
inusual para un restaurante.
La cocina de la sierra
En esta parte alta del país, la
alimentación principal continúa siendo el maíz, la papa y multiplicidad de
tubérculos. La carne consumida es aquella de la llama, del cuy y otros
animales.
La pachamanca es una suerte de
comida regional, aunque se consume en todo el país. Su cocido se realiza bajo
tierra.
Igualmente, gran variedad de
peces de agua dulce forman parte de la gastronomía regional, siendo la más
apreciada, la trucha.
Actualmente se está introduciendo
la carne de avestruz procedente de los criaderos de la Región Arequipa. Esta
ave ha sido importada por primera vez en los años 90 del siglo XX.
La cocina de la selva
Como es natural, esta cocina es
elaborada en base a los productos originales de la zona. En la inmensidad de
variedad, destaca el paiche, siendo el pez más grande de agua dulce (puede
llegar a pesar hasta 300 kilos y medir más de 2.5 metros de largo), la carne de
tortuga y de otros múltiples animales selváticos son igualmente consumidos.
En frutas destaca el camú camú
que contiene 40 veces más vitamina C que el kiwi. No obstante, abundan los
frutos exóticos como el mango, la piña y muchos otros.
El chifa
El chino, llega al Perú, bajo el
nombre "culie". Los culies chinos empezaron a llegar al Perú en 1849.
Los trabajadores chinos firmaban un contrato en donde se comprometían a
trabajar durante ocho años para los grandes señores. Generalmente estos
contratos se firmaban en Macao; este documento permitía al inmigrante, ingresar
al Perú sin problemas. Asimismo, aseguraba a Antonio Espantoso, intermediario
entre los chinos y los contratantes, la compensación que daba el Estado por
cada trabajador. Cumplidos los ocho años contractuales, se retiraban a las
ciudades en donde vivían de pequeños negocios, generalmente de comida. Es en
ese momento en que se produce el mestizaje de la comida china con la criolla
peruana.
Con una historia desde su llegada
al Perú a mediados del siglo XIX, la cultura chino-cantonesa que se desarrolló
en estas tierras revolucionó la gastronomía de los peruanos, mereciéndose el
reconocimiento internacional para quienes hayan tenido oportunidad de
degustarla al visitar este país.
El chifa peruano, es influenciado
por los inmigrantes chinos. Una historia que ha logrado fusionar su gastronomía
milenaria adaptada a productos que trajeron y que posteriormente cultivaron y
fusionaron con otra gastronomía milenaria. Incluso algunos platos criollos como
el tacu - tacu, lomo saltado y el conocido arroz chaufa se cree que fueron
influidos por los chinos. De este modo, se puede hablar de una cocina
sino-peruana, con rasgos que la distinguen de las demás culinarias de origen
chino.
En el centro de Lima, en la calle
Capón, más conocido como el barrio chino, empezó a cambiar el gusto de los
peruanos por los años 1921. Gran variedad de platos salados y dulces con
diferentes tipos de carnes, verduras y sopas crearon una nueva alternativa
culinaria.
La cocina peruana en la actualidad
La cocina clásica suele ser
atractiva por su colorido y a veces picante por el ají, siendo éste un
ingrediente básico. Algunos ajíes no son picantes pero sirven para darle color
a la presentación de los platos típicos o para darles gusto. El arroz es un
alimento que acompaña muchos platos de la gastronomía de este país.
Así como cada región conserva su
riqueza culinaria, en la alta gastronomía destaca la mezcla de colores y de
productos alimenticios. Debido a esta rica variedad y a
la armonía de su sabor y los alimentos empleados, la gastronomía peruana es
constantemente premiada internacionalmente y sus chefs suelen obtener a menudo
medallas que los distinguen.
Un elemento destacable es su
apertura a innovaciones y el continuo desarrollo de nuevos platos, incorporando
a la gastronomía ese genio peruano que se destaca por la búsqueda continua de
la experimentación y la vanguardia. Ejemplo de esto es la invención contemporánea
de platos que ya son conocidos fuera de las fronteras peruanas, como el pollo a
la brasa.
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